Qué se puede hacer salvo ver películas se preguntaba (y se respondía) Charly García en un momento de aquel oscuro, oprimente y reprimido año 1977. La pregunta daba nombre a una de las canciones de “Películas”, el segundo y último disco de La Máquina de Hacer Pájaros. En 2020, en otro año oscuro y oprimente, pero por circunstancias bien diferentes, Luciano Espinosa se preguntaba qué otra cosa se podía hacer salvo hacer música. Entonces hizo un disco.
“Terciopelo desierto” es el segundo trabajo largo de Los Viajes, la banda de Espinosa que se reparte entre Centenario y Neuquén. Es un disco muy inspirado, compuesto en plena pandemia, con sonoridades que viajan del rock argentino de los 80 al rock sureño (norte)americano.
“Es un disco hecho básicamente en el parate de la pandemia”, cuenta Luciano. “Un poco nos separamos, éramos un trío en ese momento, pero quedamos Ricky el bajista y yo viendo qué hacer. Todo detenido. Así que, en vez de deprimirnos, ¿por qué no hacer más material para cuando esta pesadilla pase?”.
Así fue como, encerrados y distanciados, se pusieron a trabajar en algo nuevo con canciones que ya venían asomando desde un tiempo antes y a las que les fueron dando forma y letra. La banda siempre está haciendo música, pero, en realidad lo que tenían por delante no era un disco nuevo, sino una gira por Colombia que no fue: cinco fechas en Bogotá que se cancelaron. “Fue bastante duro y no quedó otra que ponerse a laburar adentro”. Sólo entonces, el disco.
“No fue que dijimos hagamos un disco ahora, fue lo que pudimos hacer en ese momento. Teníamos alguna música hecha, algunos singles”, admite Luciano, compositor y voz de Los Viajes.
Las canciones de «Terciopelo Desierto»
Al principio, Ricky y Luciano, que era a lo que se había reducido la banda, intercambiaron archivos. Luciano grababa algunas ideas y se las mandaba a Ricky para que le agregara las líneas de bajo. Ese archivo volvía a Luciano, quien a su vez le agregaba teclados y baterías. Así se fue armando “Terciopelo desierto”, como un rompecabezas hecho de música suelta que iba encontrando su forma mientras viajaba de la casa de Luciano a la de Ricky, y viceversa.
“Si ves las letras hay mucho de aquella situación que luego se aplica de un modo universal”, apunta Luciano. Veamos. El disco abre con “Latido”, que abre con una frase que describe muy aquellos días: “De la habitación, salí y entrá”. Le sigue “Golpes”, una canción con melodías y voces que remiten a Miguel Zavaleta y los Sueter, que nos recuerda que “la libertad es un estado de tu mente”. Un modo de saber que, aunque físicamente encerrados, seguimos siendo libres.
“Corazón endurecido”, con un comienzo en clave de folk rock sureño de allá, del sur estadounidense, para mutar a un rock más de acá, ya dice mucho en su título como todas las canciones de este disco, en este caso que “el tiempo es un tesoro, ya no lo dejés escapar», entre otras sugerencias.
“Las nubes” es otra precisa narración de la vida en cuarentena: “Corre las nubes en el techo que no dejan mirar/para que comience el fin de la distancia”. Repasemos: libertad, encierro, fantasmas, el tiempo, la soledad.
En este punto el disco llega a su punto más alto. Si Terciopelo Desierto es un disco inspirado, en “Abre tus Ojos”, la inspiración da un salto enorme. Es una verdadera. Su letra y música abren un paréntesis creativo que combina máquinas, guitarras acústicas y un delicado juego de voces que nos hablan de que nunca hay que dejar de buscar “la gema frondosa de la libertad”. Acá Los Viajes tiene un hit y un himno de estadio, nada mal.
Hay una dualidad permanente en el disco, de hecho, terciopelo desierto es un poco eso, la suavidad y la aridez
Luciano Espinosa.
“La pulimos un montón y quedo bastante ambiental. Es una canción muy íntima, muy reflexiva. La idea fue dejarle más aire al disco, pero está la [guitarra] acústica siempre de fondo. La idea fue que sea distinta. Cuando la tocamos en vivo la gente termina haciendo coros, es impresionante lo que pasa con esa canción”, detalla Luciano. “Hay una versión con muchas más guitarras que quizás la larguemos como versión extendida”.
La segunda parte del disco profundiza su lado más folky, con guitarras y entonaciones a la Tom Petty. Sobresalen el tema que le da nombre al disco, el más desértico de los temas, y el que cierra este gran disco: “El tiempo no nos va a esperar”, otra declaración de época que, como todas las de este disco, también nos hablan de este tiempo pospandémico. Este cierre se parece instrumentalmente bastante a “Abre tus ojos”, con cierto retorno a las máquinas más ambient.
“Es un audio que fue muy buscado, combinar lo acústico con lo rustico y con las programaciones, lo íntimo con lo más moderno quizás. Fresco y contundente a la vez”, describe Luciano. “Un poco de soul también que es la música que escuchamos, soy el que compone principalmente, desde Los Beatles a Lou Reed, de Wilco a Neil Young, son influencias difíciles de escapar. Con ellos aprendí a hacer canciones”.
El viaje de Los Viajes
Luciano es el compositor principal de Los Viajes, las canciones empiezan en él: “Soy de trabajar primero el material y después laborarlo con los músicos y el resto del grupo”. Pero, para este disco en particular, todo se remitió a él y a Ricky Salas: “Terciopelo desierto” es el resultado de un dúo que solo después recuperó su formato de banda con el regreso de Claudio Salas en batería (y coros) y la incorporación de Ezequiel Díaz Baruj en guitarras. Pero todo lo que se escucha en “Terciopelo Desierto” fue tocado por Luciano y Ricky. En cuanto a las voces femeninas, son las Incorporamos Kathy Fuentes, Cata Ge, Laulen AF y Roma Andrian. “Le dieron un color muy especial”, destaca el guitarrista y compositor.
Hay que defender a las palabras de estos oportunistas. La libertad no tiene la culpa (risas) Ya se robaron alegría, cambio, palabras positivas que terminamos detestando injustamente (risas)
Luciano Espinosa
“Estoy contento y conforme con este disco, creo que tiene mucho para dar. Creo que este disco tiene mucho para ofrecer. Queremos hacerlo sonar lo más posible, tocarlo mucho.
Sobre la reformulación de Los Viajes, dice Luciano: “Recuperamos a Claudio Salas, que se había ido y ahora volvió y que es muy importante para el sonido del grupo, agregamos una guitarra más que es la de Ezequiel Díaz Baruj y fue muy importante también porque el disco tiene muchas guitarras que había grabado yo. Ezequiel interpreto perfecto todo eso. La idea es tocarlo todo este año. Tenemos dos formatos, uno acústico con un set de percusión y cosa eléctricas y más de banda con baterías”.
El viaje de Luciano Espinosa hasta Los Viajes
La historia de Los Viajes fue en formato trío y comenzó en 2018. “Empezamos con Claudio en batería, percusión y coros, Ricky en bajo y yo en guitarra y voces. Con la pandemia nos abrimos un poco y en 2022 tuvimos otro batero que fue Gerardo Verdún. También incorporamos teclados con Ernesto Serrano. Con esa formación estuvimos tocando un año, hicimos varios shows, luego nos concentramos en sacar este disco, cambiamos la formación, volvió Claudio Salas a la batería y en vez de teclados sumamos otra guitarra, la de Diaz Baruj».
Luciano Espinosa vivó muchos años en Buenos Aires, donde tocó mucho reggae instrumental, aunque siempre orbitando alrededor del rock, funk y la música negra. «Venía de bandas bastante numerosas, vientos, percusiones, muy difícil en lo logístico y quería armar algo más chico, más portátil. Así, arme Los Viajes con la idea que se pueda adaptar a algo chico y grande para cada caso».
Sobre su relación con los Salas, cuenta que Claudio Salas fue baterista de Hilda Lizarazu durante muchos años y ahora está de vuelta en Centenario, de donde es. Ricky y Claudio son hermanos con una diferencia de edad, tocaba en un grupo que se llamaba Electroshock».
El guitarrista dejó Buenos Aires en 2015, año en que fue padre. «Me ocupé de la paternidad, estaba sin proyecto y acá me puse a tocar con César Estévez, que había sacado un disco, Sangre de Acá; le avisé de tocar y empezamos, me conecté con Ricky y empezó el tema de Los Viajes».
«Terciopelo Desierto»: ficha técnica y datos varios
Las canciones de Terciopelo Desierto fueron grabadas en Estudio Valvular (Jorge Conde), Kilca estudios y fueron compuestas por Luciano Espinosa que participa en voz lead, coros, guitarra acústica, guitarra eléctrica, y teclados. Víctor “Riki” Salas en bajo, Cesar Borra en programación de baterías, mix y mastering en Barda estudio. Artistas invitadas en voces: Kathy Fuentes, Cata Ge, Roma Andrian y Laulen Af. Arte de tapa: Bernardo Henning @holamaybe.
